Esto implica identificar las abolladuras, evaluar su tamaño y el grado de daño, y determinar si se puede tratar con PDR. En esta fase, los técnicos determinarán si el automóvil es un buen candidato para la reparación de abolladuras sin pintura.
En muchos casos, nuestros técnicos deberán acceder al área del otro lado de la abolladura, lo que requiere quitar paneles y otras partes del exterior del automóvil.
- Ver la abolladura de cerca
Los técnicos son como cirujanos, antes de operar necesitan tener una mejor vista de la abolladura en cuestión.
En esta etapa, los técnicos utilizan herramientas especiales que aplican presión en la parte posterior de la abolladura para "masajear" la abolladura y devolverla a su estado anterior.